El nombre de
Espacios de Acción y Aventura tiene su origen en el curso de 1982-1983 y surge
como consecuencia de trabajar el espacio del placer sensoriomotor siguiendo la
línea de Bernard Aucounturier, aunque el término de
aventura se produjera posteriormente en el año 1986.
Los Espacios de
Acción y Aventura tienen como objetivo que los niños jueguen y gracias a este
juego alcancen la autonomía, que aprendan con el objetivo de adquirir
competencias y que maduren para desarrollar su personalidad.
Con los
materiales que haya en el gimnasio del colegio, se pueden construir trece
montajes de grandes dimensiones para que los niños puedan ocuparlos de manera
fija durante varios días, en busca del equilibrio, aunque principalmente el
gimnasio fue construido para que se realizara en él actividades relacionadas con
el movimiento y expresión global de los niños. Dichos montajes se presentan con
el método de Piaget basado en la clasificación de los juegos de Piaget, que
son: juegos de ejercicio ( aparecen los primeros, ya que son los que motivan al
niño), juegos simbólicos (van después, ya que implica su actividad) y los
juegos con reglas (impulsa la acción reflexiva de los niños).
Existen tres
ciclos, compuestos por una serie de montajes, de acuerdo con el tipo de
ambiente:
CICLO I (Juegos
de ejercicio. Espacios naturales) Cinco montajes en los que se pretende acercar
las actividades en el entorno rural al ginmasio y, en cada uno de ellos, tienen
la misión de motivar que surjan determinados comportamientos.
Montaje nº 1: explanada. Se compone de una zona de juego donde se
cambia del suelo al blando.
Montaje nº2: vacaciones en el pueblo. Varias zonas de juego, con suelo
distinto e irregular, recreando un ambiente rural llenos de sitios divertidos
(un pajar, el rio, etc).
Montaje nº3: campamento de verano. Recrea un lugar de acampada con
lugares muy interesantes (peñasco, barranco, etc).
Montaje nº4: excursión a la montaña: Nos
sitúa en un lugar montañoso lleno de riesgos y peligros, que los niños han de
examinar con cuidado.
Montaje nº5: Los niños han de construir en él sus propias tareas y
alcanzar sus propios aprendizajes en todas las zonas.
CICLO II. (Juegos
simbólicos. Espacios imaginarios) Cinco montajes que pretenden a un mundo de
fantasía.
Montaje nº6: fantasilandia.
Recrea un clima fantástico en el que los niños pueden vivir sus propias
aventuras promoviendo así la imaginación de los niños.
Montaje nº7: laberinto. Busca estimular la
fantasía e imaginación de los niños mediante un lugar lleno de misterio y de
aventuras.
Montaje nº8: país maravilloso. Este
espacio se presenta como un lugar maravilloso en el que los niños que viven son
capaces de hacer cosas maravillosas.
Montaje nº9: circo fabuloso. Pretende
contagiar la ilusión y optimismo de los niños recreando un circo.
Montaje nº10: misión imposible. Los niños han
de imaginar que son aventureros con misiones imposibles.
CICLO III.
(Juegos con reglas. Espacios recreativos) Tres montajes que pretenden
trasladarnos a lugares recreativos infantiles y sus normas al gimnasio.
Montaje nº11: paraíso infantil. Un lugar llamativo donde los niños
pueden actuar placenteramente.
Montaje nº12: parque de atracciones. Nos recrea un parque de
atracciones para promover que los niños coordinen y mantengan el equilibrio.
Montaje nº13: ferias. Nos traslada a un espacio ferial con límites
referidos a la duración, cuestiones de orden de espera, etc. Para aproximarlos
al mundo de las reglas.
En dichos
montajes y zonas de juego se incorporan distintos niveles de dificultad para
implicar a los alumnos en espacios cada vez más inciertos que les permita tener
experiencias de éxito. El centro de atención es el niño y no la zona de juego.
Cada sesión han
de haber tres fases: información inicial, juego activo y verbalización final, y
se buscará que los niños participen activamente en ellas.
La interacción
motriz entre los propios niños potencia los comportamientos estimulantes del
proceso de aprendizaje, por lo que afecta al proceso de crecimiento personal.
Esta propuesta requiere de un maestro que
prepare, estimule y oriente la actividad de los niños dentro de una pedagogía
no directa y como mediador.